19.7.09




Te perdiste en mis maullidos, imbécil. Vas perdiendo otra vez la capacidad de huír (de vos mismo, de tu propio fantasma del pasado). Ojalá fuese capaz de perseguirte en tu fría quietud. Pero esa manera de entregarte con los brazos abiertos a tu propia condena me desconcierta hasta un punto en el que se me hace imposible reaccionar. Y haciéndote mal, me estás haciendo daño. Despertá, despertá, este sueño te rasguña la cordura, despertá de mí, desperta del yo y vos que está tan averiado.

1 comentario:

  1. La verdad, que me pone re re re feliz de que mis palabras lleguen mucho más allá de dónde yo me imaginaba.
    Gracias !

    Me metí a chusmear acá, y me gustaron muho esos escritos. Si son de tu autoria realmente te felicito.
    Me gusta también como usas el cuerpo, o la piel, sacandote fotos para anexarla, es realmente algo que no habia visto antes y que me encantó.

    Voy a seguir tu flog.
    Gracias por pasar.

    (:

    Ah, Laucha me dicen (: , me presento.

    Firmo acá porque no entiendo mucho lo del blog, y calculo que es el primer comentario que verás.


    Saludos y bonito domingo de reflexión ( es lo único que se puede hacer en dias aburridos)

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Su palabra agitará mi viento