11.5.10

Crónicas de tiempos: 11.05.10

Un par de estribillos trabados y en el medio. Busco consternada, imcomprensible el rededor me mira. Se acomodan los sentidos en la nada de lo condensado, sorbe cargado. Aroma que perdura, el vómito que escapó del cuerpo y ahora reposa extenuado sobre el alafeizar.
Cede el imperio donde se perdió tu sorna.
Caen los muros donde se resquebrajó lo tuyo.
Propias las miradas traspapeladas
se regala el recuerdo.
Y ya pasó.
Otra vez se fue.
Y alguna dama para que nos aviente hacia lo perdido.
Y el espacio voló hacia el tiempo.
Ya no será, no será brizna.
Brizna de palabras dulces.
Fue de pinceladas hechiceras, pintada con acuarelas del invierno.
Ahora derruido es el espanto,
acompasado a las alegrías y a la alergia que produce el campanario.
El hierro labrado del corazón se retuerce con las extremidades.
Quedamos descalzos de ensueño
recostados, tirados a pedazos,
mirando ése final: cuando cede el imperio donde se perdió tu sorna.

Crónicas de tiempos: 11.05.10

La palabra se apelmaza en el zaguán de la mirada. Se fue acumulando todo este tiempo y ahora está atorada sin poder salir. La palabra busca el modo de viajar por el aire hasta llegar a mi mirada, para ser parte de lo que entiendo, de lo que sé, de lo que no puedo explicar. La palabra busca que el puente se abra como antes. Siempre así lo quiso. Aunque no fue.
Ahora una segunda oportunidad. La palabra se apelmaza en el zaguán de tu mirada. Cuando sé esto, cierro los ojos y cruzo los dedos. "Que sea leve, que sea leve", me digo, por que son meses de cúmulo. Y tantas ganas tengo de inundarme de ella, de la palabra que no existe, la palabra que se congrega y se arremolina esperando que se abra la puerta, la palabra que no se puede decir con palabras. La palabra que sólo yo (y sólo vos al recibirla de mi mirada) soy capaz de comprender.

Crónicas de tiempos: 11.05.10

Quiero
contarte
el cuento
que me cuento para dormir.
El cuento que
pretende
calmarme,
relajarme,
inducirme al
sueño
y no lo logra.
Quiero contarlo para
hacer
descansar
los músculos de tu boca.
Quiero contártelo
para
que te duermas
en mí, para que
sepas que
en mi regazo
tenés un lugar.
De las ganas de
mis huesos
de volverse
colchón
sólo por vos.
Quiero
contártelo
para que sueñes
y ver tu sueño.
Fijarme si
estoy.
Quiero contarte el
cuento que me cuento
para no dormir.

3.5.10

Crónicas de tiempos 03.05.10

¿Sabés? Sonríe.
Sonríe modosamente.
Sonríe con ésas sonrisas que te engatusan.
Sonríe, sonríe, sonríe.
Sonríe que desvela.
Sonríe que es nube de ésas que son trazo sonrosado.
Sonríe y sonreís porque sonríe.
Sonríe con sonrisa que contagia.
Sonríe que se alegran las comisuras inevitablemente.
Sonríe que se respira con los músculos intercostales en plenitú.
Sonríe, sonrííííííe.
Y se escapa una risita cuando sonríe así la vida.