29.4.12

Como un combate cuerpo a cuerpo con la mismísima destreza de una carne infecta que se nos encima. Podrías tirar la toalla pero el veneno se te ha instalado en el pecho y necesitás gritar y rasguñar. Muerte sería el comienzo del precipicio del que siempre hablás pero que jamás viste ni de lejos. Muerte sería desbocarse a la tarea de abarcarlo. No lo viste ni vas a verlo ni muerta porque la muerte es uno vendado y escabulléndose sin saber de dónde. Podría volarte los sesos pero no me apetece.

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Su palabra agitará mi viento